MUNDO YORUBA
LA BELLEZA MÁS REFINADA DE UN AWO ES SU ÉTICA Y CONOCIMIENTO

Panteón Yoruba


MUNDO YORUBA 
BABALAWOS


PANTEÓN YORUBA



 

Los Orishas son los emisarios de Olodumare, o Dios Omnipotente. Ellos gobiernan las fuerzas de la naturaleza y los asuntos de la humanidad. Se reconocen así mismos y son reconocidos a través de sus diferentes números y colores, los cuales son sus marcas, cada uno tiene sus comidas favoritas y otras cosas que les gusta recibir en forma de ofrendas y regalos.

Los africanos creían que cuando el santo se marchaba de la tierra iba al cielo y después regresaba en forma de lluvia, la cual al caer en los mares y ríos, se convertía en piedras chinas que tomaban el color según el Orisha que le había dado origen.

Estas piedras se recogían una a una, y se les iba preguntando mediante la adivinación con cocos, si tenían o poseían el espíritu de algún santo en particular. Si la respuesta era afirmativa, se les lavaba con el omiero de Osain, omiero que se prepara con 21 hierbas y otros ingredientes. Para posterior a ello, hacer el sacrificio de animales, ya que es con ésta sangre que se fortalece y da fuerza a ese espíritu para que se desarrolle y crezca, y pueda de este modo hablar con sus hijos.

Rasgos de algunos de los Orishas más importantes.

Aggayú.- Este Orisha nace de las entrañas de la tierra. Su nombre significa "mirar hasta donde alcance la vista" y también "poderío del otro mundo". Se manifiesta a través de los volcanes y del Sol, de ahí su poderío. Es el hermano mayor de Shango aunque hay quien cree que es su padre. Tiene que ver con todos los elementos de la vida y de la muerte. Se ha sincretizado con San Cristóbal, patrón de la ciudad de La Habana, capital de Cuba.

Babalú Ayé.- Es un Orisha peculiar ya que tiene un reino, Yefa, donde es dueño y señor. En la provincia de Matanzas, en Cuba, se le venera en un culto específico. Es el Dios de las enfermedades y de la sangre y es a quien se le pide cuando hay problemas relacionados con la sangre y enfermedades contagiosas y malignas. Al único santo que respeta es a Shangoó porque fue éste quien le quitó los perros a Oggun para dárselos a él y fue también quien lo llevó a Yefa donde lo hizo rey. A Babalú Ayé se le ha sincretizado con el San Lázaro católico de los perros y tiene su propio santuario en el pueblo de El Rincón, en La Habana, lugar donde se ha construido un leprosorio con el mismo nombre. Se le rinde homenaje el 17 de diciembre. Muchas de las promesas que se le hacen se cumplen este día conviertiendo al santuario y sus alrededores en el lugar más venerado y conocido por los cubanos y muchos extranjeros.

Bromú.- Hijo de Olokun, representado en una tinaja de colores horizontales. Olokun le entregó este hijo a Oduduwa para que trabajara con él. Representa las manos de Oduduwa y es el que ejecuta. 

Brosiá.- Hijo de Olokun, representado en una tinaja de colores verticales. Olokun le entregó este hijo a Oduduwa para que trabajara con él. Representa la retina del ojo, es la visión de Oduduwa.

Eshu Aboni.- Es hijo y nieto de Oduduwa. Hijo de los amores ilícitos entre Bromú y Yewá, éste Orisha es conocido como protector contra la brujería y todo lo malo, infiriendo así inmunidad para quien lo tenga. Se le da de comer cada año nuevo eyele meyi fun fun (dos palomas blancas) y huevos sancochados.

Elegua.- Es el dueño de los caminos y es él quien los abre o cierra a voluntad, ya sean los caminos físicos de las calzadas como el camino de la vida. Vive dentro de las casas y se le coloca junto a la puerta principal. Es juguetón y travieso como un niño. En las ceremonias y rituales es el primero en comer. Se le ofrecen chucherías, caramelos y golosinas entre otras ofrendas. Se le ha sincretizado con el Santo Niño de Atocha, San Antonio de Padua y el Ánima Sola.

Los Ibeyis.- En los pueblos primitivos, el nacimiento de mellizos es generalmente acogido como algo fuera de lo natural. En el África occidental algunos reciben a los mellizos con muestras de alegría, para otros el nacimiento de gemelos es un signo desgraciado. Entre los Arebo de Guinea cuando ocurría un nacimiento doble, la madre y los niños eran ajusticiados por considerárseles sumamente peligrosos para la comunidad. En Unyanyembe, en el Niger, a la madre y a los niños se les arrojaba al agua por motivos semejantes. Sin embargo, la mayor parte de los yoruba consideran a los mellizos como seres excepcionales a los que se respeta y halaga. Creen que los mellizos son los representantes de los Orisha Ibeyi, los gemelos sagrados.

En Cuba y en Brasil se les rinde culto debido a la influencia yoruba, en Haití también, pero allí se debe a la influencia dahomeyana. El mayor de los gemelos sagrados se llama Taiwo, que es un nombre formado por la contracción de la frase To-aiyo-wo (el primero que saborea el mundo). El segundo se llama Kehinde, nombre que viene de la frase Ko-ehin-de (el que viene detrás de otra persona). Ellos personifican la fortuna, la suerte, la prosperidad. Se les representa por medio de imágenes antropomórficas que aparecen ligadas de manera que no pueda desunírseles.

Se les ata por medio de una cadena o soga, ya que se considera que de separárseles todo su poder desaparecería.

El nacimiento de mellizos es considerado por los padres como una prueba de que la buena suerte y la fortuna les protegerán. Salen con sus hijos a pedir limosna a los transeúntes, a quienes saludan en nombre de los gemelos sagrados. Las personas a quienes saludan tienen que entregarles un pequeño regalo como prueba de respeto a los dioses. Hasta tal punto los mellizos son considerados como representantes de los Orisha Ibeyi, que en el caso de que uno de ellos muera, la madre tendrá que construir una imagen del difunto que el sobreviviente deberá llevar a todas partes. Cuando éste llega a adulto deberá entregar a su hermano muerto, como ofrendas, una parte de sus comidas, para poder asegurarse el beneplácito de los Ibeyi. De no hacer esto, los Ibeyi se molestarían y lo castigarían con la muerte.

Todos los mellizos tienen que rendirles culto a sus dioses protectores durante toda su vida. Los sacrificios son simples y consisten en pequeñas porciones de vegetales y frijoles principalmente.

Estos Orishas son los patronos de los niños, se les representa por dos jimagüas (varón y hembra), uno vestido de azul y blanco y el otro de rojo y blanco, y se les llama Ibeyis.

Normalmente su vestimenta va alegóricamente relacionada a Shango y Yemaya. Se utilizan normalmente dos tinajas (hay lugares en donde utilizan tres), en cada tinajita se colocan ciertos elementos que sólo el consagrado conoce, además de cuatro piedrecillas, siendo las del macho alargadas (alegóricas al pene) y las de la hembra redondas (alegóricas a la vúlva). Hay casas de santo en donde se discute que no necesariamente tienen que ser hembra y macho, pueden ser también dos hembras o dos machos, uno hijo o hija de Shango (el mayor) y otro hijo o hija de Yemaya (la menor). Sus herramientas, dos acheré (sonajas), dos tamborcitos, juegos de campanillas, güiras pintadas con cruces o con pares de rayos con el fondo blanco. Sus comidas, animales de pluma, pollo y paloma; también frutas, arroz amarillo con pollo, rositas de maíz, caramelos, etc. Los Ibeyis son juguetones, golosos y traviesos, gozan del cariño paternal de todos los Orishas. Se les considera patrones de todos los niños, barberos y cirujanos. Viven en la Palma. Los Ibeyis son aliados de Shango quien los quiere con mucho recelo.

Se dice que los Ibeyis (Jimaguas), catolizados como San Cosme y San Damián son hijos de Oya y Shango; aunque fueron criados por Olokun y Shango. Cuando son dos Ibeyis hembras, son catolizadas como Santa Rufina y Santa Justa. Aunque normalmente son conocidos como Los Ibeyis o Jimaguas, en realidad son siete; Ainá, Kaindé, Ideú, Olóri, Itawo, Oronía, Arabbá. Se dice que Itawó y Kainde, son orishas menores, jimaguas, varón y hembra, hijos de Shango y Oshun aunque criados por Yemaya. Arabbá y Ainá son macho y hembra respectivamente. Tambien son conocidos como Talabí y Salakó Gemelos femeninas; Ayuaba y Alba. En el Diloggún hablan en Eyioko y en todas las combinaciones Mellis. Su día es el domingo.

Inle.- Simboliza las cosas móviles, variables, la hospitalidad, la bebida, el vicio, el disímulo, los engaños, la pérdida de reputación, los hospitales, las cárceles, las casas de reposo, los asilos, las instituciones piadosas, los dispensarios, las sociedades protectoras de animales, las traiciones, los suicidios, las dependencias, el escapismo, los trabajos aislados, las ciencias ocultas, las maniobras sediciosas, el espionaje, el camuflaje, la hipocresía, el martirio, el sacrificio, el servicio y el inconsciente colectivo. Es un Orisha mayor. Médico de la Osha. Patrón de los médicos, peces, y dueño del río. Es la deidad de la economía extractiva o, específicamente, de la pesca y la recolección prehortícola. Es médico, cazador y pescador. Es andrógino y muy bello. Es la personificación de la tierra, vive en la tierra y en el agua. Su color es la combinación del azul y del amarillo. Sus días son los viernes y cada 24, su caracol no va al piso.

El receptáculo es una sopera cuya tapa consiste en un plato sobre el que se pone su herramienta. Como complemento lleva una tinajita en la que va el secreto de Abbata (Orisha inseparable de Inle, algunos dicen que es su hermano, junto con Oshosi). Sus herramientas son un pedestal en forma de cruz, del que penden, a ambos lados, majáes pececitos. A lo largo del eje vertical, en el centro, van enroscados dos majáes. En plata o metal blanco, dos aros, anzuelo, pita, red y 18 caracoles. Sus collares son matipós verde oscuro, azul prusia y cuentas de coral. Se viste de azul, amarillo y blanco, se adorna con caracoles. También de verde marino y del color de ciertas aguas estancadas.

Sus comidas favoritas son vino dulce y paneletas borrachas, pargo, lechuga y berro, boniato, naranja, bolas de calabaza, ñame, ekó, guayaba, aceite de almendra. Después de sazonado el pescado, se cubre con galletas de sal molidas, gofio de maíz y salsa de almendra. Se le inmolan carnero, gallo, palomas y guineas. Se introduce un pargo en el omiero para sacramentar el agua. Antes del lavatorio se hace una ceremonia en el río y se ofrenda naranja y boniato cocido, y luego se le da coco. Se echa un gallo al río antes de la ceremonia en el cuarto. El baile cuando se sube que es pocas veces, se baila agachados, en rueda y mueven la mano derecha de un lado a otro como apartando las hierbas. Los pasos rítmicos van como en zigzag, imitan con sus brazos ondulantes los movimientos de los pescadores que bogan en canoa, u otras mímicas de la actividad laboral. Las aflicciones que protege son todas las que el ser humano puede adquirir.

Nana Burukú.- Pertenece a la familia de Oduduwa y Olokun, vive igual debajo del agua como en la tierra, pero se le conoce como madre del agua, lagunas, ríos, ojos de agua, represas, pozos, todas las aguas dulces. Se le sacrifican animales de cuatro patas, palomas, guineas y toda clase de aves, pero sin usar cuchillo, ya que por disputas con Oggun no permite el uso de ninguna arma de hierro para sus sacrificios; éstos se realizan con un madero duro y punta muy afilada. Todos los sacrificios se colocan en una cesta con todos los demás ingredientes y se lleva cantando para el río. Se dice que por ser dueña de las aguas dulces, es madre de Oshun. Su collar lleva cuentas blancas por Oduduwa y color jabón por Olokun, también lleva caracoles.Inle.- Médico, pescador, cazador y adivino con Ucuele. No era babalawo pero tenía la autorización de Olofin para que fuera todas estas cosas y todo lo que hacía le salía bien aunque su principal función era la de ser pescador. Es patrón de los médicos. Se cuenta que es dueño de los ríos y protector de los peces.

Oroiña.- Es la Orisha mayor (fundamento de Ifá). Nació de Orisha Oko y es la manifestación del fuego universal, el centro incandescente del globo terráqueo, el lugar donde nacen los fuegos volcánicos y la conmoción de los terremotos. Sus poderes forman las montañas, colinas, y cordilleras. Oroiña es la madre y el padre (según otros informantes) de Agayú. Es además el foco central de la energía solar concentrado en Orisha Oko.

Obatalá.- Es el primer Orisha en rango porque fue el primero que bajó a la tierra y porque en él está materializado Olofin. Su nombre significa, literalmente, Rey de todos los Santos. Es el creador de los demás Orishas. Él dice todo en este mundo y cuida que todo salga bien. En Obatalá nace la luz y la oscuridad, la vida y la muerte, lo bueno y lo malo. Es el único juez de esta religión pues su palabra es ley. Es el único que puede mediar cuando hay guerra entre los santos ya que todos le respetan. Es el Dios de las casas y se le pide cuando se quiere conseguir un hogar propio. En Obatalá nace todo lo puro y espiritual de esta vida. Obatalá es la cabeza de esta religión en el sentido de guía. Obatalá es quien nos juzga en la tierra por las malas acciones. Se le ha sincretizado con la Virgen de las Mercedes.

Oshosi.- Es el único Orisha que es brujo de verdad, de acuerdo con la creencia popular. Es Oshosi quien tiene la tarea de cazar para que Olofin y Obatalá puedan comer. También es el Dios de la justicia.

Oshun.- También se le conoce como Yalorde que significa Reina. Según cuenta la leyenda fue la única que pudo sacar a Oggun del bosque utilizando la miel (es la Diosa de la miel). Se dice que tuvo amores con todos los Orishas, que conoce sus secretos y que todos le respetan y le quieren. Estos amores fueron en etapas (caminos) diferentes de su vida. En cada una de ellas fue mujer de un sólo hombre. Por este atributo le corresponde ser la Diosa del Amor que lo hereda de su madre, Yemaya. Es la reina de la dulzura, del amor, del oro, del pelo lacio y las aguas dulces. Tiene el atributo de ser la salvadora del mundo. Es la mensajera de Olofin siendo éste el motivo por el que todos los Orishas, cuando se van a coronar, tengan que ir al Ile Ibú (río) para darle cuenta de lo que se va a hacer. Se ha sincretizado con la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba.

Oggun.- Es un Orisha muy importante en la Religión Yoruba porque es el encargado de dar de comer al resto de los Orishas. Es el dueño de los metales y del cuchillo con el que se hacen los sacrificios. La sangre de los sacrificios que después llenará las soperas de los demás pasa primero por sus manos. Su misión es la de guerrear sin descanso por todos nosotros en la religión y en la vida. Es brujo y guerrero (como Shango) y lo demuestra en las guerras. Oggun nace de la entrañas de la tierra porque él es el hierro. La palabra Oggun significa guerra y destrucción pero también medicina y espíritu bueno y malo. Tiene mucha relación con los espíritus. Le gustan las cosas de muertos y la hechicería. Su esposa es Oya quien le enseñó el arte del amor.

Olofin.- Este vocablo que comienza con la sílaba Olo, que significa: extensión, expansión; y concluye con la sílaba Fi, que quiere decir: pintita, manchita dentro de la gran extensión o espacio de este mundo. Es por eso que Olofin viene a ser el primer responsable ante Olodumare, de todas las cabezas y cosas que existen en este mundo, y tiene la suficiente autoridad sobre los otros santos ya conocidos. Olofin es la cabeza directa de todas las cosas que están en relación directa con Olodumare, sobre la faz de la tierra. Es por eso que todos los santos tienen que contar con su aprobación para la realización de todas las cosas y actos de la vida.

Es el creador del universo. Fue él quien repartió a cada Orisha los dominios que cada uno tendría sobre los elementos y las fuerzas. A partir de ese momento los Orishas comenzaron a ejercer sus propios influjos sobre los hombres, las plantas, las aguas y los animales que poblarían la tierra. Siempre que se hace algo en la Regla de Osha e Ifá se le pide permiso a Olofin. Este Dios Supremo no come ni bebe, ni usa collares, ni tiene colores, ni yerbas, ni cantos, ni rezos, porque lo es todo en el sentido infinito de la palabra "Olofin" (Dios).

Orisha Oko.- Poderoso santo que representa la tierra. Este santo es masculino, es el esposo de Olokun. Tiene dos características: una, de día y otra de noche; de día es un hombre perfecto, bonito, de modales finos; mientras que en la noche, personifica a la muerte porque de ella se disfraza: Ikú afefe oroggoddo. A la entraña de la tierra se le llama Oroiña, Oróo: accionar, mover, girar; Iña: movimiento continuo o de rotación. Este santo acciona espiritualmente, es por lo que los africanos utilizan como símbolo una teja con una penca de yagua marcada u otras cosas análogas de las que se utilizan en el techo de una casa cualquiera; pero con siete rayas, ya sean horizontales o verticales. Estas rayas representan un Oddun, que es, 7 Oddí, en Diloggún significa: Cielo, Agua y Tierra.

Los secretos de este santo son tan profundos, que son muy pocos los criollos que pueden conocerlos. Este santo tan respetado y considerado por los propios africanos, es un fiel cumplidor de su palabra. Hay un pacto entre Orishaoko y Olodumare, que él cumple fielmente, porque de él se nutren y viven todos los seres conscientes y no conscientes que existen sobre la faz de la Tierra. En Orishaoko, la tierra, tenemos a OQUE y a OGGUE, que son también dos grandes potencias en la tierra para su impulso e influjo.

Orúnmila.- Es el depositario del tablero de Ifá por medio del cual los babalawos realizan su tarea adivinatoria. El primer adivino fue Shango pero le regaló el tablero a su hermano Orúnmila para que fuera él quien realizara esta labor. Orúnmila es un Orisha muy poderoso y tiene prioridad, por sobre todos los demás Orishas, para seleccionar a sus "hijos". Los babalawos (sacerdotes de esta religión) son sus hijos.

Olorun.- En algunas partes del continente africano, los naturales no conocen, ni adoran otro Dios, que el Sol y, como él se llama LORUN, y está íntimamente ligado a Olodumare, es por lo cual lleva el calificativo de Olorun.

Olokun.- Reina en las aguas. Cuando se formó el mundo había más agua que tierra y por eso le corresponde el segundo lugar en jerarquía del panteón yoruba. Su nombre también significa la profundidad de los océanos, madre de los peces y caracoles del mundo. Con Olokun viven dos espíritus: uno que representa la vida y otro que representa la muerte. Ambos están representados en las herramientas de Olokun. No habla directamente sino por boca de Yemaya.

Es después de Oduduwa, la más alta representación de Osha. Esta santa representa la vida y la muerte. Es deidad del mar, y el mar es Oló: expansión y extensión y es de Olokun donde sale Illá-mo-allé, que es así, como se llama a la que nosotros conocemos por Yemaya, que quiere decir: MADRE DEL MUNDO. En África hay algunos lugares que le llaman Illá-moellá: MADRE DE LOS PECES. En fin, Olokun todo lo abarca. El mar es un mundo profundamente desconocido y respetado por el africano. Al mar se le llama Okún.

Esta representada por los siete mares que rodean al mundo y cada uno comprende un Yemaya original, cuyos nombres son los siguientes: Okute, Azabba, Mallelogun, Asesú, Oquero, Oroó e Ibú-Aganá. Estos son los siete nombres originales y verdaderos de los Yemaya de base. Agotados los nombres de estos mares, cuando se está fabricando un Yemaya, el Oriaté investigará en el campo de Ará-onú, por ejemplo: Ocute-odonu, Azabba-lonú, entre otros.

En Olokun está la vida de todos nosotros y nuestra muerte también, representada por dos grandes espíritus, SOMUGGAGGA, que representa la vida, y ACARO, que representa la muerte.

Osain u Ozain.- La palabra Osain significa conocedor, médico, comienzo de vida, eternidad. Osain es el espíritu que vive en todo lo que tiene vida en la tierra. Es el médico de la religión. Es el dueño de todas las plantas, hierbas y animales de este mundo. No hay nada de santo sino se pasa por los baños de las hierbas de éste Orisha. Osain tiene una sola pierna, un solo brazo y un solo ojo. Este espíritu no es visible para nadie. Se le conoce a través de sus plantas y animales.

Olodumare.- Esta composición de vocablos que le da el significado a nuestro supremo religioso, origen de nuestra fe, está compuesto en el dialecto yoruba, de la siguiente manera: OLO (extensión, expansión, eterno); DU (tiempo o años); MARE (nacer, crecer, criar) y RE (estabilidad, del bien, de guiar). Esto es Dios.

Oduduwa.- Es el "Señor Dueño del Castillo", es el primer rey de la atmósfera y la fortuna. Vive en las tinieblas profundas de la noche y posee un solo ojo que es fosforescente. Es una masa espiritual de enormes poderes que no tiene forma, ni figura fija. Se vale de espíritus vasallos para manifestarse, y fue el primer Obba sobre la Tierra.

Existe una historia que habla sobre “El Poder del Mundo” donde se certifica la importancia que tiene el recibir a Orun y Oduduwa. Son necesarias estas deidades ya que el interesado llega desvalido y estas entidades lo representarán, Orun como padrino espiritual y Oduduwa como oyubona espiritual.

En otra historia se habla de “El Reino de Oduduwa”. Las palabras dichas por Olofin: “puesto que yo no soy para ser adorado por iyaloshas ni iworos (santeras ni santeros), permito que por mi, en la tierra, adoren a Oduduwa que es el Orisha mayor para todos los oloshas (santeros), como lo es Igba Odu (la representación de Dios) para todos los babalawos. 

Gbore Jobi Ogulenu.- Es el awofakan (adelé) de Oduduwa. Su significado es "Dios universal del destino y la medicina". Es el intérprete de Oduduwa en la tierra y vive en un cofre de madera con epó (manteca de corojo).

Oya.- Es uno de los cinco elementos más importantes en esta vida. Ella es la secretaria de Olofin porque es la primera que lo sabe todo en esta vida, pues es el aire. En las ceremonias de muerto se busca a una hija de Oya para que baile el tambor por ser la muerte en persona. Oya es dulce y pura, amable y bondadosa. Cuando hay enfermos es a ella a quien se le pide y ruega por la salud de esa persona. Cuando está enfadada, como tiene los atributos de Oggun y de Shango, es tan falsa y mala como el huracán y el tornado. Su esposo es Oggun a quien abandonó por el amor de Shango. La parió Olokun y la crió Yemaya. Oyá es la Orisha del campo Ocu: la casa de los muertos, del cementerio.

Oshumare.- Se cuenta que ayudó a curar la ceguera de Olodumare y que desde entonces reside en el cielo y sólo recibe autorización para tocar la tierra de vez en cuando, es andrógino y representa tanto el movimiento como la permanencia y también la riqueza. Es corona de Yemaya, ayudante de Shango. Come guanajo y pato. Por sus colores tiene relación con Oya. Oshumare se encuentra entre las deidades que todavía eran adoradas en Cuba en el siglo XIX, pero su culto se fue extinguiendo posteriormente. Viene de África, del territorio Yewe. Su vestuario gorra blanca con adornos de cauries (representa la paz), banda cruzada de cordón de caracoles. Sus hijos son los que típicamente sueñan con ser ricos. Son pacientes y perseverantes, pero rara vez francos. No carecen de generosidad. El éxito suele hacerlos ostentosos y un tanto vulgares. Su nombre en Fon: De Ayido. En Haiti se sincretiza con San Bartolomé (24 de agosto). Actualmente, en Cuba, se le adora en el camino de Yemaya Oshumare y además es Orisha de Ifá. Cada vez que se asoma en el cielo saluda la vida y los que viven en este planeta, llenando nuestra vista de belleza y ciertos misterios, recordándonos a todos los que conocen esta leyenda que Oshumare ha recibido la autorización de asomarse al cielo y tocar la tierra con sus 7 colores, por lo que también representa al arco iris.

Shango.- Es posiblemente el más conocido de los Orishas y a que muchos fieles admiran. En su vida en la tierra fue rey. Se le ha sincretizado con Santa Bárbara. Es el dueño del rayo y del fuego. Fue adivino antes que Orúnmila, su hermano, pero le dio su tabla a éste para que se ganara la vida. Es el guerrero más fuerte y fiero de todos los Orishas. Es mujeriego, alegre y guarachero, buen bailador. Es el esteriotipo clásico del macho valiente, pendenciero y conquistador que rechaza a los homosexuales. Le tiene un gran amor a la vida y es por ello, que no le gusta andar en cosas de muertos. Es el dueño del tambor y le pertenece el batá.

Yemaya.-
 Es la santa de la creatividad y de la naturaleza. En Yemaya nace el amor y fue la que le enseñó a Shango y al resto de los Orishas el arte de amar. Es buena y noble con sus hijos y con la humanidad. Cuando se enfada nadie la puede calmar y provoca calamidades a quien la enojó. Es reina absoluta en esta religión y cuando habla es como si estuviese hablando el propio Obatalá. Yemaya es la que crea y por eso es a ella a quien se le pide en problemas de embarazo. Yemaya es cabeza de la religión.




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