EL NOMBRE DE DIOS
MUNDO YORUBA | BABALAWOS
EL NOMBRE DE DIOS
De acuerdo con Verger (Op. Cit) los autores que se han acercado al problema del nombre que dan los yorubas al Ser Supremo, ofrecen diversas hipótesis basadas en la etimología. Todos coinciden en darle el nombre de Olorun al gran Dios, el que traducen por "Dueño del Cielo".
Sin embargo, el gran Dios es llamado también Olodumare, un nombre que da ocasión a una serie de traducciones por estos distintos autores: Para Crowther, es el ser que existe por sí mismo. Para el Abbé Bouche, es el amo de la buena tierra. Para Ellis, es probablemente el que proporciona los ríos. Es llamado Oga-Ogo, quien para Bowen es el glorioso que está en lo alto. Para el Abbé Bouche, es el rey de la gloria. Para Ellis, oga es una persona distinguida, y ogo, una alabanza maravillosa. Para Ellis, es el muy alto, el amo de la gloria. Para Idowu, es el amo en resplandor. Es llamado Eleda, término al que todos los autores coinciden en traducir por "Creador" o "Dueño de la Creación", con la excepción de Ellis quien, queriendo ser siempre original, escribe que significa el que controla la lluvia. Es llamado Oluwa, el Señor, por Bowen y Abbé Bouche, pero Farrow dice que este título no es digno de Olorun, ya que se le puede dar a los otros Orichas. El nombre de Alaiye (Eniti oni Aiye), dueño de la tierra y del cielo, u Oluwa Aiye, señor de la tierra y del cielo, aparece indicado por J. Johnson. Farrow también lo discute, pues cree que el gran Dios debe ser llamado Alaye, dueño de la vida (y no del mundo). Lucas sigue igualmente esta opinión. Ellis, Farrow y Lucas también coinciden en llamarlo Elemi, dueño del aliento. Idowu traduce este nombre por dueño del espíritu, dueño de la vida. Solamente Ellis lo llama Olowo, que él traduce como el venerable, aunque es difícil saber por qué. Lucas lo califica de Adakedajo, el juez silencioso pero activo; Olore, el benefactor; Alanu, el misericordioso, todas sublimes ideas que según él proceden de Egipto. Ellis opina que los yoruba ven en Olorun al firmamento divinizado, pues consideran que el cielo es sólido y cubre la tierra. Es un Dios de la naturaleza, el Dios personal del cielo deificado, y controla los fenómenos asociados con el techo del mundo. No es omnipotente en ningún sentido. Dennett, por su parte, lo asimila a Jakuta, el trueno. Por su parte, S. S. Farrow piensa que estos dos autores son observadores superficiales. Afirma que Olorun es considerado el Dios supremo por los yorubas, omnisciente, poseedor de un poder absoluto, justo, bueno, benevolente y omnipresente, y que su posición es única entre los objetos de su fe, aun sin la influencia del cristianismo. Leo Frobenius es de opinión contraria: "Para prepararlos a admitir el Dios cristiano, los misioneros les dicen: Nuestro Dios es el mismo que vuestro Olorun". El Rev. Olumide Lucas cree que Olorun, el Dios supremo, posee atributos demasiado nobles y demasiado abstractos y refinados para tener su origen en la mente de un pueblo primitivo. Concluye escribiendo que las sublimes ideas que éstos implican evidencian la imposibilidad de que fueran concebidas por el pensamiento yoruba. Se pone de parte de Farrow, quien afirma que el yoruba tiene una clara concepción de un Dios supremo, y argumenta que el origen de estas sublimes ideas sobre Olorun debe buscarse en Egipto. Crowther dice que este nombre significa "Dios, el todopoderoso", en lo que coinciden Burton, Baudin, J. Johnson y Farrow. Bowen lo traduce como "el que siempre es justo". James Johnson también lo traduce como "el que siempre es justo"
De acuerdo con Verger, todos estos autores dan al Dios supremo el segundo nombre de Olodumare, con la excepción de Idowu, que coloca este nombre en primer lugar: "El nombre de Olodumare siempre ha llevado con él la idea de uno con quien el hombre puede hacer un convenio o una comunión en cualquier lugar o en cualquier tiempo; uno que es supremo, superlativamente grande, incomparable e insuperable en majestad, excelente en atributos, estable, inalterable, constante y confiable".